casi sin querer, nos llega la primavera, y junto con el reflorecimiento de nuestra tierra, también aparecen éstos casi extintos deseos de hablarle a la virtualidad, en cuyo interior me encuentro contigo.
no puedo negar que bajo el puente de mi vida, los acontecimientos se han suscitado de una manera vertiginosa, me cuestiono si acaso será el impulso de la cuarentena? (no la de la aislación, sino que la de los cuarenta años), o mis ganas de vivir, sea cual sea el motivo, te cuento que el elemento principal de mi trabajo ha sido renovado, lo que conlleva un par de años sin vacaciones, pero bastante tiempo de buen servicio para mis clientes.
en este invierno también han sido afectadas mis relaciones amistosas, no sé si el motivo de mis nuevas exigencias será la mencionada cuarentena o simplemente elevé mi vara interna, el asunto es que ya no siento lo mismo por las mismas personas, y por otras he modificado mis apreciaciones, será parte de la dinámica propia de la vida, o la tolerancia que alguno me ha criticado por ahí está llegando a sus niveles mínimos ? cualquiera sea la alternativa correcta, estoy contento y eso para mí, tu sabes, es lo importante.
te cuento además, que hasta hace algún tiempo mis soledades eran muy cuestionadas, tanto desde estas trincheras , como desde donde el enemigo, pero algun ser por ahí me ha demostrado que no estoy tan equivocado, el placer de compartir la vida no está necesariamente en amarrar al contrincante, ni en elucubrar sobre alguna oscura escena ficticia propia de mentes inseguras, la idea es endulzar cada momento con una sonrisa, un buen gesto, una buena palabra, caminar por el sendero de la vida sin mirar el pasado, sino que anhelantes del futuro que estamos construyendo. en fin, me puse muy profundo?.
